Cómo hacer whisky casero

Cómo hacer whisky casero

El whisky es una bebida destilada muy común y consumida en todo el mundo. Aunque parezca algo complicado, la elaboración del whisky, al contrario que otros destilados, es muy fácil y se puede hacer cómodamente desde casa. Si te gusta esta bebida o quieres sorprender a tus invitados, presta atención al siguiente artículo de unComo.com donde te enseñamos cómo hacer whisky casero. Con estos pasos conseguirás una bebida personal y con un sabor propio imposible de encontrar en las tiendas. Anímate y añádele a tu whisky el valor de haberlo producido tú mismo.

Más de 2 horas Dificultad baja
Ingredientes:
Pasos a seguir:
1

La selección de un buen maíz determinará todo el proceso de producción. Este es el ingrediente más importante, pues le dará el sabor al whisky casero. Cuando tengas elegido el maíz que usarás, coloca 5 kg del maíz fresco en un saco de cáñamo o yute.

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A continuación, debes llevar a cabo el proceso de humidificación del maíz. Para ello, deberás colocar el saco de cáñamo con los 5 kg de maíz en un recipiente que contenga agua tibia. Presta atención y asegúrate de que el 100% del saco queda sumergido en el agua y déjalo reposar, unos 5 minutos, solo así te cerciorarás de que los granos queden húmedos.

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Pasado este tiempo, retira el saco con los granos de maíz y colócalo en algún espacio cerrado y oscuro de tu hogar, como un sotano o una buhardilla. Es muy importante que en este lugar la temperatura sea cálida o templada, pero nunca fría. Deberás mantener el saco guardado en la estancia durante un período de 10 a 12 días.

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Pasado este tiempo de repaso, deberás limpiar los granos de maíz. Observarás que el proceso se ha llevado a cabo adecuadamente si ves que han germinado pequeños brotes y raíces sobre los granos. Si es así, la preparación del maíz es perfecta. Así que retira los brotes con tus propias manos y ayúdate con agua caliente. De este modo limpiarás perfectamente los granos de maíz que utilizarás para elaborar el whisky casero.

5

Ya retirados los brotes, es hora de mezclar y triturar los granos de maíz. Gracias al proceso de humidificación anterior, este paso será más sencillo. Aplástalos con una maza de mortero hasta que te quede una masa uniforme y consistente. Cuando tengas la pasta, añade agua (unos 5 litros aproximadamente) y pon la mezcla a hervir. Recuerda: no dejes de remover hasta que quede bien líquida. En el momento que observes que está líquida, deja reposar la mezcla a fuego lento, durante una media hora aproximadamente, y añádele una taza de levadura.

6

Con la mezcla líquida lista, es hora del proceso de fermentación. Traspasa el líquido en un fermentador o recipiente sellado, que tenga un pequeño agujero o abertura que sirva para ventilar y dejar salir los gases de la fermentación. Para que el proceso concluya adecuadamente, deberás dejar reposar la mezcla durante unos 10 días.

7

Una vez pasado el tiempo de reposo para la fermentación, ha llegado el momento del embotellamiento. En primer lugar filtra el líquido mediante un colador con una tela y un embudo. Sencillamente deberás pasar la mezcla de una botella a otra. Hazlo tantas veces como creas, a fin de eliminar cualquier resto o residuo y dejar el líquido claro y limpio.

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¡Listo! Con tu líquido ya embotellado, podrás degustarlo solo o con hielo o utilizarlo en múltiples recetas. Disfruta de tu whisky casero.

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