Cómo hacer salsa de almendras

Para empezar a preparar la salsa de almendras para carne o pescado deberás dejar listos todos los ingredientes, a fin de agilizar el trabajo posterior. Así, pela y trocea la media cebolla y los dientes de ajo, y apártalos. Luego, corta a trozos pequeños las rebanadas de pan y retíralas también. Si no dispones de almendras molidas pero sí de enteras, pelálas, córtalas y aplástalas el máximo posible con un mortero.

Ahora que lo tienes todo listo, coge una sartén y pon a calentar el aceite a fuego medio. Si no tienes aceite de oliva pero sí de girasol no te preocupes, también sirve, solo debes tener en cuenta que el sabor variará un poco.

Sofríe la cebolla previamente cortada y, cuando empiece a dorarse, añade los trozos de pan. No dejes de remover con una cuchara de madera para evitar que se quemen y peguen los trozos de cebolla.

Cuando el pan esté frito, añade la almendra molida o triturada hasta que se dore. Cuando esto suceda, añade 3 o 4 cucharadas de vino blanco y sigue removiendo. El vino es opcional, lo que hará es intensificar un poco el sabor, pero si van a tomar niños la salsa de almendras elimínalo. Cuando el vino se haya evaporado un poco, incorpora 2 o 3 cucharadas de tomate frito, mézclalo todo y deja que repose unos minutos.

Cuando la salsa haya reposado un par de minutos, añade la media pastilla de avecrem o similar desmenuzada o 1 vaso de caldo. Si tienes caldo de carne mucho mejor pero si no, la pastilla también proporciona un sabor delicioso. Mueve la salsa de almendras con la cuchara de madera y agrega la leche. Si lo prefieres, puedes utilizar crema de leche en lugar de su versión líquida, solo debes saber que quedará un poco más espesa.

Muévelo todo bien y cuando todos los ingredientes estén hechos, retíralos del fuego y deja que se enfríen un poco. Luego, vierte la mezcla en un recipiente apto para batidora y bátela. En función de la consistencia que quieras que tenga la salsa de almendras, deberás añadir un poco de leche o agua o no, es decir, si la quieres más espesa déjala como está, si la prefieres más líquida añade agua o leche y sigue batiendo.

¡Y lista! Ya tienes tu salsa de almendras casera preparada para servir. Si quieres, puedes añadir algunos trozos de almendras a modo de decoración y removerlos con una cuchara para integrarlos en la salsa. Como ves, su preparación no es muy complicada y el resultado es delicioso.

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Consejos

• Si utilizas almendras enteras en lugar de molida, vigila que no sean amargas, pues el resultado no será el esperado.
• Puedes combinar esta salsa tanto con pescados como carnes.