¿Quieres disfrutar de una deliciosa mozzarella hecha con tus propias manos? Para hacer mozzarella casera se calienta la leche con un poco de ácido cítrico (no es tan difícil como suena), se añade el cuajo para separar la leche cuajada y el suero, se calienta de nuevo, se amasa y luego tienes mozzarella. Se trata básicamente de magia. En este artículo de unComo vamos a mostrarte cómo hacer mozzarella casera para que disfrutes de esta delicia italiana cocinada con tus propias manos. ¿Te animas a probarla?
Comenzaremos con la receta de mozzarella casera midiendo 1 taza de agua. Agrega el ácido cítrico hasta que se disuelva. Mide 1/4 taza de agua en un recipiente aparte. Agrega el cuajo hasta que se disuelva.
Vierte la leche en una olla. Agrega la solución de ácido cítrico. Ajusta el fuego a medio-alto y calienta, revolviendo suavemente.
Retira la olla del fuego y agrega revolviendo la solución de cuajo. Cuenta hasta 30. Deja de revolver, tapa la olla y deja reposar durante 5 minutos.
Después de cinco minutos, la leche debe verse y sentirse blanda. Si todavía está muy líquida, tapa la olla y deja reposar por cinco minutos. Una vez que se establece la leche, la cuajada se corta uniformemente: tienes que hacer varios cortes paralelos verticalmente a través de la cuajada y luego varios cortes paralelos horizontalmente, creando una red como patrón. Asegúrate de que el cuchillo llega a todo el camino hasta el fondo de la olla. Coloca la olla de nuevo en la cocina a fuego medio y calienta la cuajada. Revuelve lentamente a medida que la cuajada caliente, pero trata de no separarlas demasiado. La cuajada con el tiempo se agrupa y separa de forma más completa del suero de color amarillo.
Retira la olla del fuego y sigue revolviendo suavemente durante 5 minutos más.
Separa la cuajada del suero. Pasa la cuajada a un recipiente apto para microondas con la espumadera.
Lleva la cuajada al microondas durante 1 minuto. Escurre el suero. Dobla la cuajada sobre sí mismas varias veces. En este punto, la cuajada seguirá siendo muy floja.
Calienta la cuajada durante otros 30 segundos en el microondas y comprueba su temperatura interna. Si la temperatura es alta, continúa con el estiramiento de la cuajada. Si no es así, continúa en el microondas 30 segundos hasta que eleve la temperatura.
Espolvorea la sal sobre el queso y aplasta con los dedos para incorporar. Con las dos manos, estira y dobla la cuajada repetidamente. Comenzará a afirmarse y ponerse brillosa. Cuando esto sucede, estás listo para darle forma a la mozzarella. Crea una bola grande, o dos bolas más pequeñas. Trata de no trabajar de mas la mozzarella.
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- La mozzarella se puede utilizar inmediatamente o mantenerse en refrigeración durante una semana.
- Para refrigerar, coloca la mozzarella en un recipiente pequeño. Mezcla una cucharadita de sal en una taza de suero de leche fría y vierte esta sobre la mozzarella.
- La mozzarella casera se conserva menos que la de supermercado por eso siempre la debes cubrir con plástico transparente.