La avena es uno de los cereales que más beneficios aportan a nuestro organismo. Entre todos ellos, destacan su alto contenido en fibra soluble y proteínas, esenciales para combatir el colesterol malo. Asimismo, es una gran fuente de calcio hierro, fósforo, omega 6 y vitaminas del grupo B, entre otros. Para poder beneficarte de todas sus propiedades, en este artículo de unComo te proponemos elaborar su leche, la cual es perfecta para todas aquellas personas intolerantes a la lactosa, vegetarianas o veganas. Si quieres saber cómo hacer leche de avena, sigue leyendo y descúbrelo.
Preparar la leche de avena es muy sencillo, solo necesitas copos de avena, agua y una pizca de sal. Es muy importante que no elimines la sal de la receta, a no ser que no puedas tomarla, puesto que sirve para potenciar el sabor de la avena. Como ingredientes opcionales, puedes utilizar esencia de vainilla o canela y algún edulcorante como stevia, azúcar o incluso dátiles.
Lo mejor de esta alternativa es que está llena de beneficios para la salud, por lo que conviene añadir esta bebida a nuestra dieta.
Lo primero que deberás hacer es cubrir todos los copos de avena con agua y dejarlo en remojo durante toda la noche. El agua que utilizamos ahora no es el litro que especificamos para elaborar la leche, aquí solo debes utilizar la medida necesaria para cubrir los copos. A la mañana siguiente, cuela el agua que queda y deja los copos de avena en un recipiente de borde alto para batirlos. Si dispones de robot de cocina, útilizalo, te será más cómodo.
Ahora, añade en el mismo recipiente el litro de agua, una pizca de sal y los ingredientes opcionales que desees y bátelo todo a velocidad alta durante dos minutos. Si quieres que el sabor sea más intenso, puedes reducir un poco la cantidad de agua. Cuando todos los ingredientes estén bien mezclados y batidos, deja que repose durante una hora como mínimo.
Pasado el tiempo, deberás colar la mezcla para extraer la leche de avena. Tendrás que hacerlo con un colador de malla fina o colocar gasas o un paño de algodón si no dispones de este tipo de colador. Si es necesario, cuélalo una segunda vez. Te recomendamos que remuevas los copos con una cuchara cuando estén en el colador para extraer la leche más rápido.
Cuando hayas colado toda la leche, deberás guardarla en el frigorífico para que se conserve mejor. ¡Y listo! Ya tienes tu leche de avena casera preparada para tomar. Esta leche te durará entre cuatro y cinco días, de manera que si crees que no la tomarás a tiempo, reduce las cantidades de la receta. Si te gustan las leches vegetales, te aconsejamos que visites nuestro artículo sobre cómo hacer leche de almendras.
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- La leche de avena es la opción perfecta para los intolerantes a la lactosa, resultando deliciosa y nutritiva.
- Aunque este producto es fácil de conseguir en cualquier supermercado, probar haciendo leche de avena en casa es una forma mucho más deliciosa de experimentar con este alimento.