El calabacín es una hortaliza de verano aunque se puede adquirir durante todo el año. Sin embargo, los más sabrosos son los que se recogen entre de julio y septiembre. El calabacín se recolecta tierna, sin haber alcanzado su tamaño definitivo. El calabacín es una buena fuente de potasio, además de presentar pequeñas cantidades de magnesio, fósforo y hierro.
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Se cortan los calabacines en trozos de unos 5 o 6 centímetros.
Se vacían con la ayuda de una cucharita. Reservar la pulpa.
En una sartén con aceite se sofríe la cebolla picada y la carne de la longaniza previamente desmenuzada.
Cocer a fuego lento durante 10 minutos.
A continuación añadir la pulpa troceada de los calabacines, cocer durante 5 minutos más.
Rectificar de sal y añadir las nueces picadas y continuar la cocción 2 minutos más. Reservar.
Hervir los calabacines con abundante agua salada durante 3 minutos .
Refrescar con agua fría y escurrirlos.
Rellenar los calabacines con el sofrito, cubrir con el queso rallado y gratinar al gusto.
Picar la albahaca y calentar con la nata a fuego lento, cuando hierva añadir la mozzarella, mezclar fuera de la lumbre. Si queda muy espesa se puede añadir un poco de leche. Salpimentar.
Montar el plato poniendo los calabacines sobre una base de salsa.
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- También se pueden conservar los calabacines congelados, siempre que con anterioridad se escalden en agua hirviendo durante unos tres o cinco minutos.