El calabacín destaca por ser un alimento muy versátil que podemos cocinar de distintas maneras, desde servirlo en ensaladas como hacer recetas más elaboradas como unos deliciosos calabacines rellenos de carne o agregarlo a la tradicional tortilla española. Y otra de las formas más sencillas y sabrosas de preparar calabacín es hacerlo rebozado, el resultado son unas rodajas doradas y muy crujientes ideales como aperitivo o para completar otros platos. No te pierdas la siguiente receta y descubre cómo hacer calabacín rebozado.
Lo primero que debes hacer para preparar calabacín rebozado es lavar muy bien el calabacín y cortarlo en rodajas finas. Puedes hacerlo con la piel o, si no te agrada, pelarlo previamente con la ayuda de un cuchillo o un pelador específico.
Una vez estén listas las rodajas de calabacín, resérvalas. Ahora, coge un bol y agrega en él el huevo y una pizca de sal. Bate el huevo de forma enérgica con un tenedor o unas varillas.
Coloca en un plato aparte la harina y ahora ve pasando cada una de las rodajas de calabacín primero por el huevo batido y después por la harina. Procura que las rodajas queden bien impregnadas para conseguir el rebozado.
A continuación, pon una sartén el fuego con abundante aceite de oliva. Espera a que el aceite esté bien caliente y empieza a freír las rodajas de calabacín rebozadas a fuego medio.
Cuando se hayan dorado, retira la sartén del fuego y con la ayuda de una espumadera coloca las rodajas de calabacín sobre un papel de cocina absorbente para que se escurran y quitarles el exceso de aceite.
¡Así de sencillo! En tan solo unos minutos habrás preparado un delicioso calabacín rebozado y estará listo para servir, ya sea como aperitivo o como acompañamiento a cualquier plato.
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