Deshidratar los tomates es una excelente forma de conservar este alimento y poder usarlo en cualquier momento, pero además se trata de un procedimiento que nos ayuda a darle un sabor muy diferente al tomate para luego aprovecharlo en recetas simples como entrantes, canapés y ensaladas. Ya sea que hayas decidido secarlos tú mismo o que los hayas comprado de esta manera, hidratarlos nuevamente es muy importante para poder usarlos en tus preparaciones preferidas, un proceso muy sencillo que podrás realizar de manera muy simple. Sigue leyendo, porque en este artículo de unComo.com te explicamos cómo hidratar los tomates secos.
Es muy posible que te preguntes por qué es necesario hidratar los tomates cuando justamente hemos elegido el procedimiento contrario, secarlos, para disfrutar de ese sabor tan particular que tienen con esta presentación. La respuesta es simple: si no hidratas nuevamente los tomates los mismos estarán duros y chiclosos, nada agradables de comer. Por eso si quieres disfrutarlos con ese sabor suave y particular, perfecto para ensaladas, sándwiches, aperitivos y hasta hamburguesas, será necesario que les des nuevamente algo de humedad.
La manera más simple y rápida de hidratar los tomates secos es sumergiéndolos en un recipiente con agua muy caliente, durante cerca de 20 minutos. Es recomendable que el agua que se use sea envasada de este modo evitamos que los tomates adquieran cualquier sabor que pueda venir en el agua del grifo.
Si transcurridos los 20 minutos aún no están suaves, deja 5 minutos más y revisa posteriormente. Sácalos solo cuando tengan la textura suave que deseamos.
Si no tienes prisa, puedes hidratar los tomates secos en agua envasada a temperatura ambiente, en este caso el proceso puede demorar 1 hora o más. Sea cual sea la alternativa que elijas, una vez que los tomates estén suaves deberás secarlos bien con papel absorbente para retirar el exceso de agua, dejar que se enfríen en el caso de que hayas usado agua caliente y decidir el modo en el que los condimentarás y prepararás.
Lo más habitual es conservarlos en un recipiente de vidrio previamente esterilizado con un poco de aceite de oliva y hierbas provenzales que le aportarán un delicioso sabor. Para hacerlo de este modo deberás:
- Colocar los tomates previamente secados con papel absorbente en el recipiente de vidrio.
- Cubrirlos con un poco de aceite de oliva virgen o extra virgen.
- Añadir el condimento que podría ser un diente de ajo pelado, unas hojas de albahaca, tomillo, romero y orégano. Puedes usarlas todas o solo algunas hierbas, en cualquier caso esto solo resaltará el sabor de los tomates.
- Y si quieres un entrante aún más mediterráneo, incorpora algunas aceitunas negras y unos cubos de queso feta a la mezcla para que luego puedas servir todo el contenido como un delicioso entrante con galletas o tostadas de pan. ¡Increíble!
- Luego termina de cubrir el contenido con aceite hasta que quede bien sumergido.
Utiliza estos ricos tomates secos en una ensalada, servidos sobre una tostada de queso mozzarella y albahaca, como decoración para una salsa de pasta casera, dentro de un sándwich para darle un sabor diferente o simplemente solos junto a una tabla de quesos y embutidos y un plato de aceitunas ¡el aperitivo mediterráneo perfecto!
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