Cómo hacer aceites aromáticos para cocinar

La primera receta que te proponemos hoy es todo un clásico de la cocina: el aceite aromático a base de ajo. Tan fácil como rellenar un frasco con ajos totalmente pelados y cubrirlos con un buen chorro de aceite. Deja macerar y utiliza los ajos o el aceite con cualquiera de tus platos.

Pero si prefieres los aceites aromatizados picantes, otra receta muy fácil de preparar es el aceite con guindillas. ¡Solo apto para los más valientes! Para ello tendrás que mezclar unas cuantas guindillas con una hoja de laurel y un diente de ajo pelado y machacado. Deja reposar estos ingredientes durante unos 10 días antes de utilizarlo, teniendo en cuenta que cuanto más tiempo repose el aceite, más sabor tendrá.

Las recetas de aceites aromáticos no tienen ningún misterio, ya que básicamente solo tenemos que añadir al aceite algún ingrediente que sirva para dar un aroma y un sabor especial. Pero no te olvides de dejar macerar el tiempo deseado. Y recuerda que cuanto más tiempo pase, mayor será su aroma. Esto mismo sucede con el aceite de orégano, otro clásico de la cocina, que se prepara machacando orégano fresco y lavado en un mortero, junto con el aceite de oliva hasta obtener una pasta al gusto de cada chef.

Y como broche final, el aceite aromático de limón para platos de pescado. Lo que tienes que hacer es pelar un limón y quedarte con la piel, que deberás dejar reposar en agua caliente, durante un minuto más o menos. Después tendrás que añadir al aceite de oliva esta piel de limón y dejarlo todo al baño María durante un par horas. Acuérdate de dejar reposar hasta el día siguiente, cuando podrás utilizar tu aceite.

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