Cómo conservar los cupcakes

Lo primero que debes hacer es proteger tus cupcakes. Resguarda tus cupcakes con papel de aluminio o papel film para evitar que el viento y la humedad hagan desastres con ellos. Ten cuidado a la hora de envolverlos de no arruinarla crema pastelera que tienen por encima, para hacerlo con éxito utiliza más papel del necesario para que no queden aplastados.

Evita meter los cupcakes en el congelador o en la nevera, pues el exceso de refrigeración arruinará su contextura, los pondrá duros y no serán agradables al comer. Además, mantenerlos en el frío y luego llevarlos a temperatura ambiente derretirá el nevado o cualquier base de crema que decore la superficie.

Lo mejor es mantener tus cupcakes protegidos a temperatura ambiente, ya que así se conservan intactos. De igual modo estas magdalenas no pueden esperar tanto para ser comidas, ya que como cualquier bizcocho al paso de los días va perdiendo su suavidad.

Un truco para conservar cupcakes es mantenerlos alejados de cualquier foco de luz, ya que es lo mismo que ponerlos a dorarse bajo el sol: el calor, la humedad y el vapor no los dejarán vivos por muchas horas. Preferiblemente colócalos en un lugar fresco.

Otra alternativa es guardar los cupcakes en una bolsa plástica con cierre hermético, así no habrá manera de dañar su superficie y se mantendrán tan frescos como dentro del papel aluminio. Puedes guardar dos por bolsa para que no choquen entre ellos y permanezcan a salvo.

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