Cómo congelar el pescado

Si quieres saber cómo congelar el pescado fresco correctamente porque piensas cocinarlo más adelante, debes cumplir estrictamente estas pautas para consumirlo con seguridad y sin riesgo a dañarlo:

1. Congela el pescado lo más rápido posible después de llegar a casa.
2. Limpia el pescado antes de congelarlo. Quita los restos de sangre y las escamas que contenga, así como las vísceras si no lo han hecho en la pescadería. Descubre más en nuestro artículo Cómo limpiar los pescados y mariscos.
3. Quita la humedad del pescado secándolo con papel absorbente antes de meterlo en el congelador.
4. Regula los grados del congelador para asegurarte de que está a la temperatura para congelar el pescado: -18 ^oC.
5. Introduce el pescado en una bolsa de plástico, un tupper o cualquier otro recipiente de cierre hermético apto para la congelación. Si usas bolsas sin cierre, puedes cerrarlas con una pinza de plástico.
6. Anota el tipo de pescado y la fecha en la que lo congelaste para controlar los tiempos.
7. Guarda el pescado en el cajón superior, pues es la zona más fría y la más adecuada para congelar el pescado.

Con este paso a paso, podrás congelar el atún rojo o cualquier otro pescado entero. Este método es especialmente útil si quieres cocinar el pescado al horno.

Si quieres conocer más métodos de congelación para otros alimentos, te invitamos a visitar una guía completa en Cómo congelar alimentos.

Por la comodidad y el espacio, puede que te sea más fácil congelar el pescado en trozos. Además, la gran ventaja de congelar el pescado en trozos es que puedes descongelar solo las porciones que vas a comer. De esta forma, evitas descongelar el pescado más de una vez y arriesgarte a perder sus cualidades nutricionales.

Para cortarlo en trozos, ten en cuenta la forma en la que querrás cocinarlo luego: en rodajas, en filete u otros cortes. Con eso aclarado, solo sigue estos pasos para congelar el pescado correctamente:

1. Como harías si estuviera entero, congela el pescado apenas llegues a casa.
2. Limpia el pescado y sécalo.
3. Trocea el pescado utilizando el corte que desees. Este método será ideal si planeas cocinar el pescado a la plancha, ya sea lenguado, merluza, lubina u otros.
4. Guarda los trozos de pescado en bolsas de plástico o tuppers. Ciérralos y mételos al congelador en la misma temperatura del método anterior.

Siempre es un reto conservar al máximo la frescura de los alimentos provenientes del mar. Si quieres conocer más al respecto, visita nuestros artículos Cómo congelar mejillones y Cómo congelar almejas.

Tanto el pescado fresco como el pescado enharinado pueden congelarse para consumirlo en el futuro. En muchos supermercados podrás comprar este pescado ya congelado, pero también puedes enharinar una pieza fresca y congelarla en casa. Una vez enharinado podrás congelarlo con cualquiera de los métodos sugeridos anteriormente.

Las dudas sobre qué pescado se puede congelar son muy comunes, pero la respuesta es simple: todos los pescados pueden congelarse, pero mientras más rápido se congelen y mientras mejor se controlen las fechas, será más fácil evitar las intoxicaciones.

Un aspecto importante a tener en cuenta es el tiempo que puede pasar el pescado en el congelador antes de ponerse malo. No todos los pescados duran lo mismo, así que es necesario saber previamente si el pescado es blanco o azul.

Los pescados blancos pueden congelarse por un período de 6 meses, pero los pescados azules duran hasta 3 meses. A diferencia de los primeros, los pescados azules contienen más grasas y estas se oxidan más rápidamente, así que el tiempo para consumirlo en buen estado también se reduce.

El anisakis es un parásito que suele habitar el aparato digestivo de los peces y que puede transmitirse a los humanos a través del consumo de pescados infectados. Incluso si compras pescado fresco para consumirlo inmediatamente, es aconsejable congelarlo previamente para evitar el anisakis.

Una vez hayas limpiado el pescado de vísceras y sangre, deberás congelarlo durante un período de 24-48 horas a -20 °C. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)^[1], puedes mantenerlo en el congelador hasta 5 días antes de cocinarlo.

Ten en cuenta que solo será necesario seguir este proceso cuando vayas a consumir el pescado crudo o semicrudo. En casos en los que planees guisarlo, freírlo o cocinarlo, no tendrás que preocuparte, pues las altas temperaturas se encargan de eliminar los parásitos.

Habiendo comprobado que se puede congelar la pota, el atún rojo y todos los pescados, es importante que tengas en consideración los siguientes consejos para resolver más dudas sobre cómo congelar el pescado:

• Se pueden congelar los pescados descongelados siempre y cuando los hayas cocinado previamente. De lo contrario, no podrás volver a hacerlo.
• Lávate muy bien las manos y mantén limpia la encimera donde tratarás el pescado antes de congelarlo. Las bacterias que contenga el pescado no mueren al congelarse: se desactivan y vuelven a activarse cuando se descongela.
• Anota siempre la fecha de congelación y el tipo de pescado (blanco o azul) para controlar el tiempo que puede pasar congelado.
• Si sospechas que el pescado que has comprado ha sido congelado previamente, no lo vuelvas a congelar en casa.
• Si no has podido congelar el pescado rápidamente al llegar a casa, o simplemente has tardado mucho en llegar, no lo congeles. Habrá estado demasiado tiempo expuesto a temperatura ambiente y habrá perdido la cadena de frío.

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