Cómo hacer un sorbete de manzana

Pon el azúcar y el agua en un cazo y colócalo al fuego. Vamos a componer un almíbar que servirá de base para el sorbete de manzana. En este caso, las medidas de azúcar y agua son orientativas, ya que dependerá del dulzor y la densidad que más te guste.

Deja que el almíbar se haga a fuego lento y el azúcar se diluya por completo. Una vez que la mezcla haya alcanzado la textura deseada, debes apartar el cazo del fuego y permitir que el almíbar se enfríe a temperatura ambiente. Cuando lo tengas atemperado, añádele el zumo de limón.

Ahora toca ocuparse de las manzanas para el sorbete. Lávalas bien y seca con un paño limpio o papel absorbente. Retira la piel, el corazón, el pedúnculo y las pepitas. Parte la pulpa en trozos y tritura toda la manzana, hasta que tengas un puré suave y homogéneo.

No esperes e incorpora en seguida el almíbar con el zumo de limón al puré de manzana, así evitarás que se oxide y se ponga de un color oscuro que afearía el aspecto de un sorbete de manzana que debe lucir con un estupendo color brillante e intenso.

Reservamos el sorbete mientras montamos la clara a punto de nieve y, una vez que lo hayas conseguido, ve mezclando con el sorbete de manzana, con mucho cuidado, empleando movimientos envolventes para que no se baje demasiado y quede lo más poroso posible.

Reparte el sorbete de manzana entre varias copas y mételas en el congelador hasta el momento de servir. A la hora de presentarlos en mesa, decora esta delicia de Navidad con unas hojitas de menta fresca.

Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo hacer un sorbete de manzana, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Recetas.